Ahora que estoy sola
y mi mente se llena de recuerdos
me he puesto
a pensar
en todo lo que fue tu adiós:
recuerdo cómo me dijiste que te ibas
y yo me sorprendí,
no sé ni como sobreviví
aquel momento
ya que rompiste el aliento
por el cual yo vivía,
era una tarde lluviosa,
me dijiste que te ibas
y que ya jamás volverías,
te dije que no importaba
mientras mi corazón se partía,
mis ojos te gritaban
que no te fueras
aunque mis
labios dulcemente sonreían,
mis lágrimas se confundieron con la lluvia
y no te diste cuenta de mi tristeza,
en ese momento no sabía qué hacer,
si pedirte que no te fueras o ponerme a llorar,
si alejarme de tu lado o quedarme en aquel lugar,
solamente sonreí difícilmente
y me despedí de ti,
y ahora en la soledad,
recuerdo aquel adiós que no podré olvidar.
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